Aprendí a sonreír tan plenamente que parecía que tenia en la boca una luna menguante,
aprendí a llorar tan calladamente que formaba ríos que me ahogaban internamente.
aprendí a amar tan intensamente que me dolía el corazón cuando no podía verte,
aprendí a odiar tan constantemente que me quede sola, sin familia, sin amigos, sin gente.
aprendí a gritar tan dolorosamente que aun tengo mil cicatrices en mi mente.
y ahora, después de tanto tiempo he aprendido a perdonar y agradecer tan profundamente...
la vida me dio el regalo de conocerte y con ello la oportunidad de crecer tan fuertemente.
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